Por Mario Sosa - Guatemala, 2 de febrero de 2012
http://www.albedrio.org/htm/articulos/m/msosa-041.html
http://www.rebelion.org/noticia.php?id=142909
http://www.kaosenlared.net/component/k2/itemlist/user/1626-marioenriquesosavel%C3%A1squez.html
http://alainet.org/active/52500&lang=es
Es evidente que se ha venido caminando por un sendero que lleva al despeñadero a la humanidad entera. Las pretensiones de dominio mundial y la estupidez de las elites de países como Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia, entre otros, nos están acercando a un enfrentamiento bélico con consecuencias impredecibles en su magnitud.
En su afán por apropiarse de recursos estratégicos, por controlar militarmente nuevos territorios y cercar el avance económico de potencias como China, Rusia e India, han avanzado en una estrategia de guerra en países como Irak, Afganistán, Libia, sin contar con aquellos países a los cuales controlan directamente a través del llamado gobierno indirecto o indirect rule, clásico de las ocupaciones coloniales.
En esa dirección, hoy se encuentran desplegando, además de su despliegue militar por el Golfo Pérsico, una ofensiva mediática, diplomática y económica, en contra de países como Siria e Irán principalmente. Un despliegue que está antecedido por declaraciones como las de Barack Obama, quien afirmó que Estados Unidos “mantendrá la superioridad de su fuerza militar [...] Nuestras tropas deberán tener el equipo necesario para tener éxito [...] Vamos hacia adelante con el Medio Oriente.”[1]
Siria y su gobierno actual (2000-2012) habían sido aliados de Estados Unidos, hasta que este último decidió cambiar su política para controlar y apropiarse de los recursos de dicho territorio. Es decir, Estados Unidos fue sostén de un régimen dinástico y represivo, que hoy pretende derrocar a través del impulso de una campaña que –como sucedió recientemente en Libia– incluye: el financiamiento y asesoramiento militar de fuerzas insurgentes y la negación permanente de la negociación, el manejo de la Liga Árabe para avalar las sanciones y la intervención militar, declaraciones como las de la secretaria de Estado de EE.UU., Hilary Clinton, quien plantea que el actual presidente sirio, Al Asad, debe dejar el poder en manos de su vicepresidente, y la presión para que el Consejo de Seguridad de la ONU legitime y legalice la intervención bélica. Más allá de una salida al régimen de Al Asad, al conflicto político-militar en marcha, y de gestar una alternativa soberana para que el pueblo sirio decida su propio destino, lo evidente es que está en marcha una intervención militar, tan genocida como en Irak, Afganistán y Libia, que han devenido –según los planes invasores– en ocupaciones militares y en la instauración de regímenes represivos y sumisos al saqueo por los países imperiales. Vale decir que frente a estos planes, Rusia y China se han opuesto hasta el momento y, como es evidente, por sus propios intereses que resultan amenazados.
Por otro lado, Estados Unidos y la Unión Europea han decretado un bloqueo económico contra Irán, el cual ha sido contradicho por Rusia, China e India. Con la excusa del programa nuclear iraní (que dicho país ha afirmado es con el objetivo de producir energía necesaria para su desarrollo) y la acusación sobre el avance en la fabricación de armas atómicas (como acusaron a Irak de poseer armas de destrucción masiva que nunca fueron encontradas), dichas potencias han avanzado en su pretensión por doblegar y someter al país persa a su control y ordenanzas, objetivo que empata con las pretensiones expansionistas de Israel. Más allá de esto, es atendible la interpretación del diario mexicano La Jornada, que en su editorial del 30 de enero, sabiamente afirma que “… las potencias europeas y Estados Unidos buscan liquidar o cuando menos someter a un Estado con determinación independiente y soberana; por la otra, propiciar el surgimiento de nuevos escenarios bélicos o prebélicos, cuando las guerras contra Irak y Afganistán se encuentran agotadas, en un escenario de economías desesperadas en la que la industria militar parece ser la única capaz de sacar a los países de la Unión Europea (UE) del precipicio en el que los ha hundido la desmedida especulación financiera.” Es la expresión de lo que David Harvey denominaría acumulación por desposesión[2].
El bloqueo económico y las amenazas europeas de suspender la compra de petróleo iraní, han generado que el gobierno de dicho país advierta que se dispone a interrumpir el suministro de crudo a la región agresora. Asimismo, ante las amenazas bélicas que se han concretado en la presencia y despliegue militar estadounidense por el área, Irán también ha respondido con la amenaza de cerrar el estrecho de Ormuz, importante vía marítima para el flujo comercial petrolero hacia Europa, Estados Unidos y buena parte del mundo.
Las agresiones a Siria e Irán indudablemente van contra el derecho internacional y el respeto a la soberanía de los pueblos. Efectivamente, legitiman la respuesta que estos países pudieran implementar para derrotar la injerencia y la posible agresión militar. La intervención militar de EE.UU., de la Unión Europea y del mismo Israel, abren la posibilidad de un conflicto bélico de grandes dimensiones, especialmente por la capacidad militar de Irán, las insospechadas respuestas de otros pueblos en el mundo árabe y de potencias como Rusia, China e India al sentirse amenazadas.
De concretarse una agresión militar contra Siria e Irán, Estados Unidos y la Unión Europea avanzar en llevar al mundo hacia un punto de no retorno, en donde la seguridad y la subsistencia misma de la humanidad se ponen en peligro. Ante esto, los pueblos todos debemos levantar nuestra voz e impulsar acciones de distinto orden para derrotar las pretensiones y acciones imperiales, por instaurar regímenes respetuosos del derecho de los pueblos a la autodeterminación y porque la paz mundial prevalezca.
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[1] Ver el artículo “Las advertencias de un Premio Nobel de la Paz” del 6 de enero de 2012 en www.albedrio.org
[2] Harvey, David (2007) El nuevo imperialismo: acumulación por desposesión. En Socialist Register, CLACSO, Buenos Aires. bibliotecavirtual.clacso.org.arg/ar/libros/social/Harvey.pdf.
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