Por Mario Sosa - Guatemala, 6 de enero de 2012
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http://www.kaosenlared.net/america-latina/item/3331-las-advertencias-de-un-premio-nobel-de-la-paz.html
Como emperador moderno, el presidente de EEUU, el afamado premio nobel de la paz y “conductor” de agresiones contra pueblos enteros, Barack Obama, amenazó al mundo que dicho país “mantendrá la superioridad de su fuerza militar [...] Nuestras tropas deberán tener el equipo necesario para tener éxito [...] Vamos hacia adelante con el Medio Oriente.”
En este marco también advirtió que se fortalecerá la presencia militar en Asia y el Pacífico, calificando al continente oriental de “crucial”. Agrega: "Hemos luchado contra nuestros enemigos y hemos instaurado el liderazgo de EE.UU. a nivel mundial", aseguró el mandatario, en un marco discursivo donde plantea la frase “los retos del mundo” que requieren el fortalecimiento de su ejército y donde mantiene el discurso de “la lucha contra el terrorismo”.
Como ha sido usual los últimos años, los mandatarios de Estados Unidos han mantenido la misma política en materia imperial y, en esencia, el mismo discurso, auto atribuyéndose “responsabilidades globales”, como justificaciones para el mantenimiento del presupuesto militar de su país. Obama, entonces, es la continuidad de Estado y de gobiernos demócratas o republicanos.
Es evidente que este discurso revela, en un campo de operaciones mediático, lo que Estados Unidos ha venido implementando: la apropiación por guerra y despojo de mercados, recursos estratégicos y control geoestratégico de áreas que le habían sido reñidas por poderes locales-regionales o por una correlación de fuerzas a nivel global que le impedían avanzar con mayor rapidez en el control de Estados y gobiernos por medios “pacíficos” o militares.
El avance de su dominio no obstante, presenta resistencias que están en cuestión sobre sus posibilidades de contener al imperio con pretensiones de dominio mundial. En particular está por verse hasta donde China, Rusia, principalmente, lograrán preservar su margen de influencia y seguridad regional. Asimismo, cuál es la capacidad real de Siria para sostener su régimen político actual e Irán respecto de su real capacidad para persuadir la suspensión de una posible invasión de las fuerzas militares estadounidenses y, seguramente, de la Organización del Tratado Atlántico Norte (OTAN), instancia desde la cual Estados europeos también persiguen beneficiarse del botín en cada una de las conquistas modernas.
El peligro de esta política guerrerista, invasora y ocupante se extiende, asimismo, para buena parte de los países de América Latina, que están transcurriendo por senderos de soberanía y que se han salido del control histórico que había mantenido Estados Unidos, con el colaboracionismo servil de las oligarquías y burguesías locales.
Las declaraciones del señor Obama en su conjunto y algunas expresiones vertidas en ese contexto discursivo: “Vamos adelante con el Medio Oriente”, “los retos del mundo”, “responsabilidades globales”, nos hacen recordar, aquellos discursos de Hitler, cuando advertía descaradamente de sus pretensiones por dominar el mundo e imponer la superioridad de la “raza aria”, sólo que en este caso las justificaciones son “la lucha contra la dictadura” (muchas de las cuales dicho país promovió y sostuvo), la lucha contra el terrorismo (siempre y cuando no sea el suyo), “la instauración de la democracia” (la que le es útil y siempre y cuando sea para mantener y ampliar su dominio.
El atrevimiento del señor Obama cuando afirma que sus fuerzas militares están diseñadas para “…los Derechos Humanos (DD.HH.) y la dignidad humana" es simplemente risible a la luz de los miles de crímenes cometidos en sus guerras, invasiones y ocupaciones en Afganistán, Irak, Libia, Pakistán, como experiencias recientes, o las invasiones a Guatemala, Granada, o sus intervenciones en Chile, Argentina, Paraguay, El Salvador, Nicaragua, por mencionar algunas no tan recientes.
Vale afirmar, por último, el demérito de un Premio Nobel de la Paz que se instituyó para los propósitos y prácticas contrarias a las del Estado estadounidense y su actual presidente. Cosas veredes apreciados lectores: un “ganador” del premio nobel de la paz que advierte de planes de guerra “conducidos” por él mismo y que hoy más que nunca nos estarían acercando a una Tercera Guerra Mundial y a la posibilidad de que esta adquiera un carácter atómico.
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