En mí país
a José Castillo le hacen misa en catedral
lo velan en caja de oro,
altar y salón para la ocasión
lo entierran en mausoleo familiar exclusivo
lo anuncian en 50 páginas de amplia circulación
le hacen programas de resignación
dicen sentirlo las cámaras, gremiales
empresas, instituciones
y hasta su gerente gubernamental
En cambio
a Juan Xahil lo desentierran de fosa común
sustituyen la XX con su identidad
lo envuelven en manto multicolor
en caja de pino y alfombra de tul
a los 30 años de su pretendida desaparición
y anuncian su funeral, con suerte,
en el altoparlante comunal
Que finquita en la que nos ha tocado vivir…
que José quede en agenda oligárquica-empresarial
en historia por enterrar
que Juan quede en digno corazón
en historia por construir